Fabricación aditiva de monturas de gafas BRAGi

Desafío
 

Si unas gafas no se pueden ajustar, deben quedar perfectamente desde el principio. 

"Talla única": una idea bonita, pero a menudo inviable. Esto se aplica especialmente a las monturas de acetato fabricadas mediante el proceso tradicional de moldeo por inyección o corte en 2D: las formas individuales de la cara, con sus matices decisivos, son sencillamente demasiado diferentes. En algunos casos, las lentes pueden estar incluso a una distancia incorrecta del ojo, o a una altura incorrecta en relación con las pupilas.

La solución es obvia. Para conseguir una forma perfectamente ajustada del marco desde el principio, es necesaria una fabricación individual y precisa. 

El sinterizado selectivo por láser (SLS) es una tecnología de eficacia probada y consolidada desde hace muchos años. Un láser imprime una pieza capa por capa, lo que resulta ideal para un alto grado de personalización sin costes adicionales. Todo lo que se necesita es una impresora 3D industrial y material, además de los datos informáticos 3D correspondientes. Cualquier componente puede fabricarse fácil y rápidamente a partir de los datos. Esto también se aplica a las gafas, que son delicadas pero deben ser robustas y ajustarse con precisión.

Resultados

BBRAGi estableció rápidamente un modelo de negocio que permite la producción rápida y sencilla de monturas de gafas individuales mediante fabricación aditiva como solución completa de escaneado a impresión. Esto es especialmente útil para los usuarios de gafas que tienen problemas con las monturas estándar debido a la forma de su nariz. Pero todos los demás usuarios de gafas BRAGi también disfrutarán de un ajuste muy cómodo, que al mismo tiempo garantiza un soporte óptico óptimo y un peso reducido. Además, las gafas son robustas y tienen una larga vida útil. Otra característica muy importante para los usuarios: son hipoalergénicas.

El modelo de negocio es ágil y permite un alto grado de individualidad: en el proceso de moldeo por inyección o de corte 2D, la cantidad mínima de pedido para una montura es de unas 500 piezas, lo que contrasta con las gafas hechas a medida y, al mismo tiempo, de bajo coste, fabricadas de forma aditiva e individual. No obstante, el proceso y la calidad de las piezas son siempre elevados: la combinación con las propiedades del material PA 2200 se traduce en monturas de gafas que pueden soportar las elevadas exigencias del postprocesado, hasta el colorido y la apariencia. Al tratarse de un sector orientado a la moda, es posible desarrollar y aplicar rápidamente nuevos diseños.

En sólo unos meses, BRAGi ya ha producido más de 30.000 gafas y las ha enviado a los clientes en un breve plazo de entrega. Para BRAGi, esto significa un próspero desarrollo comercial: la empresa, con sede en China, ha ampliado sus actividades comerciales a Corea, Japón, Indonesia, Singapur, Tailandia y Malasia, y ya hay también consultas de Europa. También está previsto un escáner a domicilio para que resulte aún más cómodo a los clientes. Simplificar así la cadena de suministro mejoraría aún más los márgenes. En consecuencia, la fabricación aditiva contribuiría a otro efecto positivo en el modelo de negocio. La posibilidad de implantar su modelo sin puntos de venta ni almacenes adicionales es también un punto a favor de BRAGi en este escenario. Cada vez son más los usuarios de gafas que se benefician de las ventajas de una montura hecha a medida.