Cómo perfeccionar una mente aditiva - El diseñador Stephan nos lo explica

26 DE JULIO DE 2023 | Tiempo de lectura: 6 min

Stephan Henrich es diseñador y arquitecto, y sólo por esta combinación ya se puede adivinar que tiene un enfoque muy especial de la impresión 3D. Hablamos con Stephan sobre su pasión por la fabricación aditiva y las posibilidades que ofrece.

Stephan, ¿cuánto tiempo lleva trabajando con la impresión 3D y cómo empezó?

Conocí la impresión 3D durante mis estudios. Tras unos semestres en Stuttgart, pasé un año de intercambio en París en 2004. Por aquel entonces, la impresión 3D ya se utilizaba en arquitectura, pero no estaba tan extendida ni establecida como ahora. Durante mi estancia, trabajé con un conocido estudio de arquitectura parisino en un proyecto con modelos impresos en 3D. Fue la primera vez que no construí los resultados de mi trabajo de planificación de la forma tradicional, con cartón o madera. Pasar directamente del ordenador al mundo real fue un momento decisivo.

¿Dónde están para usted los límites en cuanto a posibilidades de diseño?

Me he mantenido fiel a la tecnología y la he aplicado a otros ámbitos, como el textil. Prefiero ver el potencial antes que los límites. El único reto real es cuando se trata de piezas grandes y voluminosas. Sin embargo, esto se compensa con puntos fuertes como la integración funcional, la reducción del número de componentes y las construcciones ligeras. Desde que creé mi propio estudio en 2011, he disfrutado moviéndome entre la robótica, el diseño y la arquitectura, y especializándome en el diseño para la fabricación aditiva, en particular el sinterizado selectivo por láser. En el proceso, me di cuenta de que aún no se han explorado realmente los límites, por ejemplo, en cuanto a materiales flexibles.

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿cuáles de sus proyectos merecen una mención especial?

En estos momentos estoy muy ocupada creando mi marca de calzado y moda The Cryptide. Me fascina la idea de fabricar zapatos y textiles mediante fabricación aditiva, con grandes exigencias de diseño y estética. Recordando las diversas posibilidades de personalización. Llevo meses usando estas zapatillas y veo un enorme potencial porque funcionan muy bien. También tengo recuerdos muy positivos de un proyecto de Festo: el 3D Cocooner. Se trata de un robot de impresión 3D que puede construir libremente en el espacio infinitas estructuras reticulares reforzadas con fibras.

Suena emocionante. También nos impresionó mucho el proyecto Fungus. Cuéntenos más sobre él.

Sin duda, también es un proyecto muy interesante. En la actualidad, a menudo tenemos que elegir entre tecnología y naturaleza. Si la tecnología se extiende, la naturaleza tiene que ceder. El proyecto Fungus pretende resolver este supuesto contraste. Para ello, desarrollé un robot jardinero como parte del proyecto. Por cierto, se fabricó con una impresora 3D EOS utilizando el material de base biológica PA 11. La idea es cultivar un jardín vertical de setas como parte de una arquitectura viva. El robot cuida este jardín para que sea posible cosechar setas. Es como crear una arquitectura que en sí misma vive e integra la tecnología.

Teniendo en cuenta esta diversidad y creatividad, ¿qué consejo daría a otras personas para fomentar un pensamiento más libre en el diseño para impresión 3D?

Puede sonar banal, pero se me ocurren nuevas soluciones caminando conscientemente por el mundo y con los ojos abiertos, sin pensar en un proyecto concreto. Pienso en cómo serían las cosas si hubieran sido diseñadas para ser fabricadas mediante impresión 3D. Al final, siempre me beneficio cuando consigo trasladar mis ideas a proyectos reales. Un ejemplo es el concepto de biónica, en el que la naturaleza nos inspira para idear soluciones. En cualquier caso, las posibilidades son casi infinitas. Pero dicho esto, no deja de ser un proceso. No te encuentras de repente en este vasto espacio lleno de posibilidades.

Ya que no deja de abrir nuevos caminos: ¿dónde y cómo encontrar la inspiración?

Una mente abierta, ojos y curiosidad son componentes esenciales. Igualmente, un entusiasmo particular. Así es como encuentro mi inspiración en la vida cotidiana. Salir a la calle y experimentar activamente la ciudad o la naturaleza. Al fin y al cabo, la percepción del mundo real es la inspiración. Puede ser una tarde en el parque con los niños. La cinemática de una pieza de un parque infantil ya es tecnología viva. Hay una aplicación de fuerza, estructuras y movimientos.

¿Y cómo traduce esta inspiración en sus proyectos?

(Risas) Siempre llevo una libreta A5 en el bolsillo para apuntar mis ideas. Se basan en mi experiencia y en los principios de la construcción. En mi mente, a veces voy uno o varios pasos demasiado lejos para poder cuestionar conscientemente mi planteamiento y volver a sacar algo en claro. Los comentarios de expertos ajenos al campo específico también desempeñan un papel, al igual que la voluntad y mi pasión por hacer algo diferente y, espero, mejor. La clave está en encontrar una aplicación significativa.

¿Es más fácil el proceso de diseño si tu proyecto simplifica o mejora la vida o el trabajo de una persona?

Esta es la motivación esencial en todos y cada uno de los proyectos, pero también a nivel meta. De vez en cuando recibo algún comentario de que mi trabajo ha inspirado a alguien, lo cual es muy agradable. Para mí, sin embargo, la motivación también puede surgir de los intereses, la estética, etc. Muy a menudo, simplemente me gusta mi trabajo, lo que ayuda mucho (risas).

¿Cuáles son las diferencias esenciales entre hacer este tipo de trabajo que le gusta y el diseño tradicional?

Una generalización sería un poco presuntuosa. Cuestionar las cosas desde el principio me ha resultado vital. Por ejemplo, si quiero conseguir una funcionalidad específica, cuestiono la propia funcionalidad siempre que es posible. Un buen ejemplo es mi concepto de bicicleta con tracción a las cuatro ruedas, la Infinity Cruiser. Por supuesto, las bicicletas existen desde hace mucho tiempo, y son muy buenas. ¿Qué podría cambiar? Por eso he examinado críticamente los componentes esenciales para la funcionalidad de una bicicleta. Como resultado, la bicicleta tiene ahora un aspecto muy diferente porque se ha cuestionado fundamentalmente todo el objeto. El principio se aplica tanto a la funcionalidad como a la estética.

Entonces, ¿la idea clara que surge en sus proyectos siempre está al principio?

Rara vez doy nada por sentado. El punto de partida suele ser el mismo. Quien se cuestiona algo rara vez encuentra la respuesta de inmediato. Pero si no lo hace, suele perderse muchas posibilidades, sobre todo en un entorno que ofrece tantas oportunidades creativas.

¿En qué se fija a la hora de diseñar para impresión 3D, especialmente durante un proyecto?

Para mí, es especialmente importante economizar con el material. Estoy comprometido con la idea de las construcciones ligeras. En la fabricación aditiva, cuanto más ligera es la pieza, más barata resulta. La elegancia y el encanto de la impresión 3D también se manifiestan en el arte de la omisión. Esto significa un pequeño esfuerzo adicional en la planificación. En lugar de representar algo en tres cuboides, un puntal en forma de hueso puede ahorrar material, por lo que el esfuerzo extra de diseño merece la pena. Además, desde el punto de vista ecológico, merece la pena trabajar conservando los recursos.

Diseño y arquitectura: una combinación muy especial.

¿Cree que alguien sin formación en arquitectura puede abrirse nuevos mundos de diseño de forma similar a como usted ha hecho las cosas?

Desde mi punto de vista, se trata más de una cuestión mental que de una formación específica. Ya he mencionado el concepto de transferencia. Es necesario para alguien con formación arquitectónica que quiera diseñar productos. Otra persona, que proceda del diseño gráfico o de una formación científica, por ejemplo, habrá desarrollado sus propios métodos para sacar el máximo partido de su formación a la hora de diseñar. La clave está en escuchar tu interior. A tus deseos, a tus intereses. Si te los tomas en serio y encuentras el contexto adecuado, podrás abrirte nuevas puertas y atravesarlas. También es importante aceptar ayuda y cuestionarse sanamente las propias acciones. Sin duda, puedes abrir nuevos mundos de diseño si tienes confianza en ti mismo, valor, interés y la mentalidad adecuada.

Stephan Henrich trabaja en la interfaz de la arquitectura, la narración, el diseño y la robótica. Desde 2011 dirige su oficina Stephan Henrich - Robotics Design and Architecture en Stuttgart, donde gestiona un laboratorio de robótica y una pequeña planta de producción de hardware para el desarrollo de prototipos, incluido un taller de fabricación aditiva con equipos de sinterización selectiva por láser (SLS). Stephan Henrich participa actualmente en el desarrollo de un método de producción aditivo-generativo basado en biomateriales como herramienta de diseño en arquitectura y diseño. También está preparando el lanzamiento de su propia marca de diseño The Cryptide.

Tras estudiar arquitectura en la Universidad de Stuttgart, donde se diplomó en 2007, y en la Escuela de Arquitectura de París Belleville, Henrich trabajó en diversos estudios de arquitectura e ingeniería. En R&SIE(n) Architectes de París, participó como asociado en numerosos proyectos internacionales. Supervisó el proyecto de escritura robótica para la película "Marilyn" del artista parisino Philippe Parreno, dando así nueva vida a la firma de la leyenda del cine. También desarrolló el 3D Cocooner en la Bionic Learning Network de Festo, un robot de impresión 3D que puede construir libremente en el espacio infinitas estructuras reticulares reforzadas con fibra. Stephan Henrich también ha ocupado diversos puestos docentes en universidades, incluido un puesto de profesor visitante en la Universidad de Innsbruck.